viernes, 2 de junio de 2017

Acerca de “Paris, Texas”



No soy crítico de cine así que carezco de las herramientas necesarias para escribir sobre “Paris, Texas” sin revelar momentos importantes de su historia, como su final, que fue lo que realmente me hace recomendar la película. Todo lo anterior a ese momento me provocó sensaciones desiguales. Al inicio me enganché y fue por su protagonista, Travis, o mejor dicho, el misterio alrededor de él, porque aparece como un vagabundo que llevaba perdido 4 años hasta que su hermano, Walt, lo encuentra. Por supuesto el hermano trata de averiguar, sin éxito, qué le había pasado y el misterio se vuelve más complejo e interesante cuando se menciona a una mujer, Jane, y al hijo que Travis tuvo con ella, Hunter. Hunter, en este punto de la película, es, de los involucrados en el misterio, de quien más se sabe: tiene 8 años y de algún modo, antes de que Travis y Jane desaparecieran, terminó viviendo con Walt y su mujer, Anne, a quienes incluso llama “papá” y “mamá”. Es Walt quien habla. Travis, visiblemente traumatizado, no responde la mayoría de las preguntas de su hermano y cuando lo hace no lo hace con la suficiente claridad, salvo cuando le cuenta una historia acerca de sus padres y Paris, un pueblo en el estado de Texas.  
Lamentablemente, para mí, el misterio planteado en esta primera parte de la película queda bastante de lado en la segunda para enfocarse más en la recuperación de Travis, quien vive ahora en el hogar de su hermano, y principalmente en sus intentos de establecer una verdadera relación padre-hijo con Hunter. Casi al mismo tiempo que logra conseguir ambas cosas, Anne, en una conversación a solas, le revela información que sólo ella conoce sobre Jane, lo que motiva a Travis a emprender su búsqueda, acompañado por su hijo. Y me re-engancharía de nuevo.  
Eventualmente Travis y Jane se reencuentran pero en un contexto en el que no es un hecho inmediato a pesar de estar prácticamente solos cara a cara en una misma habitación. Travis en todo momento sabe a quién tiene al frente pero Jane, al inicio, no. Es algo que va sucediendo con el tiempo mientras los dos están en ese lugar, en especial desde el momento que Travis le empieza a contar a Jane la historia de una pareja ajena a ellos dos. Poco a poco la historia afectaría más a Jane, se iría sintiendo cada vez más identificada hasta que finalmente comprendería que esa pareja de supuestos desconocidos son en realidad Travis y ella, que esa historia es su historia (la de ellos) y que es él a quien tiene al frente.
Esto, la forma, es en parte lo que hace que este reencuentro me haya gustado tanto. Lo otro, el fondo, es el contenido de  la revelación del misterio planteado al inicio de la película, que por supuesto ES la historia que Travis le cuenta a Jane y que ella complementaría una vez consciente de la situación. La respuesta al "¿qué había pasado?" fue verdaderamente satisfactoria porque superó mis expectativas. No sé por qué esperaba acontecimientos más telenovelezcos o hollywoodenses, como un crimen o algún hecho abominable. Pero resultó ser, aun con su dosis de dramatismo, algo que me pareció tan irracionalmente real, algo que podría pasarle a cualquier pareja que por emociones descontroladas pierde la razón.
Espero no haber revelado demasiado de esta película como para que te animes a verla.

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